24.4.07

Llueve. Momentos de flojera














Creo que pocas veces el cine ha ofrecido una imagen más poética.
Mediados del XIX. Ada, habitante de un autismo voluntario, con su hija llegadas desde Escocia, para un matrimonio de conveniencia, y su piano abandonado en una playa de Nueva Zelanda.
Una obra maestra de Jane Campion, una de las películas más exquisitamente líricas que se han hecho jamás.
Recomendación especial de la b.s.o. (otro «jefe de obra» de Michael Nyman): el número 14, «Little Impulse». Violines navegando por el cielo. En una ocasión vi, por cierto, a Nyman en directo con su orquesta: minimalista hasta el vestuario, la puesta en escena, la gesticulación, la contención del agradecimiento.

Habitar poéticamente la tierra. A eso al menos, ya que no a otra cosa, quisiera ayudar este blog.

3 comentarios:

BUDOKAN dijo...

Campion es una gran directora, tuvo cierto reconocimiento allá a lo lejos, pero cayó en el olvido.

Anónimo dijo...

Case non lembro a peli, pero esa imaxe si que quedou no recordo.

juan l. blanco valdés dijo...

En efecto, Budokan, no se ha vuelto a saber de Campion, que, a juzgar por The Piano, es una gran, gran directora.
De la Highway: unha peli para "revoir", intemporal como os clásicos. Impresionante Harvey Keitel (inesquecible en "Pulp Fiction" de Tarantino, borrando o sangue e as pegadas dos asasinatos dicindo "no empecemos a chuparnos las pollas"), magnífico Sam Neil, que dicir de Holly Hunter?