11.10.05
Edad Media, forever
Soy mujer y escribo. Soy plebeya y sé leer. Nací sierva y soy libre. He visto en mi vida cosas maravillosas. Durante algún tiempo el mundo fue un milagro. Luego regresó la oscuridad.
Estas son las primeras líneas de la última novela de Rosa Montero, Historia del rey transparente. Una extraordinaria recreación del mundo de la Edad Media -el mundo: la atmósfera, el olor, el tacto, los colores, los ambientes... Personalmente, no había leído nada igual desde El nombre de la rosa de Eco. Tras eso de Ken Follett (Los pilares de la tierra creo que se llamaba) tenía que escribirse una novela como la de Montero para encajar en su justa dimensión lo peor que tiene el concepto de best-seller: la superficialidad y la consecuente sustitución de la acción por la profundidad.
Dos notas más, una buena y otra mala: magnífico el guiño a Lovecraft al incluir entre los libros prohibidos de la abadía de Fausse-Fontevrault el espantoso Necronomicon del árabe loco Abdul Alhazred.
La mala: ¿cómo es posible que en el siglo XIII Nyneve haga coceduras de eucalipto? El anacronismo es tan evidente que me pregunto si no será una broma de la autora.
¡Ojo al desconcertante final!
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